Las 13 Reglas de Composición Fotográfica Fundamentales que Deberías Conocer
1. Identifica el centro de interés
Cada fotografía tiene
(o debería tener) un centro de interés. ¿De qué es la foto? ¿Es una fotografía
de tu novia? ¿Es una fotografía de las pirámides de Egipto?Debería ser obvio
para cualquiera que mire una fotografía saber de qué es la foto. Es lo que
se denomina el centro de interés.
Aunque se denomine
centro, el centro de interés no tiene que ser necesariamente el objeto
que esté en en el centro de la foto ni ser el objeto que ocupa la
mayor parte de la imagen.
Es la primera regla de
una buena composición, ya que es la más importante. Simplemente
decide antes de disparar el motivo sobre el que quieres tomar la fotografía.
Todo lo que hay que hacer a partir de ahí es enfocar el elemento sobre el que
queremos centrar el interés.
2. Rellena el encuadre
(Fill the frame)
Esta regla puede
parecer bastante obvia, pero lo cierto es que muchas veces fallamos al
aplicarla. Si queremos contar algo en una foto, ocupemos la mayor parte con
ese “algo”, asegurándonos que se convierte de este modo en el centro de
atención. Además, de este modo eliminamos posibles elementos que resten
atención.
Es un fallo demasiado
común el querer sacar demasiadas cosas en una única foto. Al final, lo que
conseguimos es que no quede demasiado claro qué es lo que queríamos enseñar.
Ante la duda de si algo debe salir o no en la foto, quitalo.
3. Apóyate en las
líneas
Las líneas son un
elemento de importancia vital en las artes visuales. Las líneas nos aportan formas
y contornos. Con las líneas dirigimos la mirada del espectador de
una parte de la foto a otra.
Cuando vayas avanzando
en el mundo de la fotografía podrás comprobar cómo las líneas son uno de los elementos
más eficaces a la hora de dirigir la mirada de quien contempla nuestras fotos
hacia donde queremos que mire. Las líneas
horizontales, verticales y diagonales son elementos compositivos que
aportan significado a las imágenes.
Un tipo especial de
líneas son las líneas
convergentes. Son las líneas paralelas que, por el efecto de la
distancia, acaban convergiendo en un mismo punto.
4. Trabaja el flujo
Después de las líneas,
podemos tratar el flujo. El flujo es el modo en el que la mirada del
espectador se desplaza de una parte de la fotografía a otra. Una manera de
definir el flujo de una fotografía es mediante el uso de líneas. Pueden ser
horizontales, verticales, diagonales, convergentes o divergentes. A veces el
flujo creado por las líneas es nítido y claro, como los laterales de un
edificio que convergen hacia el cielo), o pueden ser menos obvias. Sin embargo,
la mirada del espectador debería ser capaz de recorrer los elementos de una
parte a otra de la imagen.
El flujo crea
la ilusión de movimiento (o ausencia de movimiento si se desea). Las
líneas diagonales se consideran generalmente más “dinámicas”, mientras que las
líneas horizontales y verticales se consideran más “estáticas”. Un equilibrio
cuidadoso de elementos estáticos y dinámicos dará un sentido global de
movimiento a tus fotografías.
5. Juega con la
dirección
La dirección es
similar al flujo. También crea la ilusión de movimiento. Si hay algo en
la fotografía que parezca estar en movimiento, tiene una dirección en la que se
mueve.
Un ejemplo de esto son
las luces de peatones de un semáforo. Cuando está en rojo para los peatones, la
figura representa un peatón inmóvil, con las piernas juntas y los brazos
bajados. Visualmente, no tiene ninguna apariencia de estar en movimiento. Sin
embargo, la figura del peatón en verde que permite cruzar tiene una dirección
en la cual se está moviendo. La dirección en fotografía se puede cerar de
muchas maneras. Una figura a punto de cruzar una calle puede transmitir
movimiento aunque la veamos estática y no se muevan sus brazos y sus pies,
porque podemos imaginarla un segundo después cruzando la calle. Del mismo modo,
un coche que aparece cortado en el lado izquierdo de una fotografía en la que
solo se ve su parte delantera, podemos imaginarlo un segundo después al lado
derecho de la foto.
6. Los elementos
repetidos
La repetición de algún
elemento (unos globos, unos pájaros), dan un sentido de relación de distintas
partes de una imagen.
Por ejemplo, una
bandada de pájaros pueden estar moviendose en grupo por el aire, definiendo
formas interesantes en el cielo y añadiendo información sobre la dirección de
la fotografía.
En algunas ocasiones
puede aportar factores psicológicos, como el sentido de la unión y el compañerismo.
7. Los colores siempre
dicen algo
Existen dos
tipos de colores, los cálidos y los fríos.
Los rojos, naranjas y
amarillos forman parte de la gama de colores cálidos.
Los azules, verdes y
violetas forman parte de la banda de colores fríos.
Existen muchos elementos
psicológicos ligados a los colores. Por poner un ejemplo, los azules se
consideran colores tranquilos, mientras que lo rojos son más temperamentales.
Existe mucha literatura al respecto de la psicología del color, por lo
simplemente resumiremos que el color tiene una importancia determinante
en la composición.
En materia de colores
hay que prestar atención también al contraste. El contraste se
define como la diferencia de luminosidad entre las partes más claras y más
oscuras de nuesta foto.
8. El interés de los
grupos de tres
Parece existir una
percepción especial de los números impares
en fotografía, y en especial de los grupos de tres elementos.
Un único elemento
puede transmitir soledad o aislamiento, con dos elementos una foto puede quedar
demasiado bien equilibrada y estática, y cuatro elementos pueden resultar
demasiados para distribuir.
Por algún motivo que
no se explicar, a las personas nos gusta el número 3. En fotografía suele
funcionar la agrupación de tres elementos como centro de interés.
9. La regla de los
tercios
Ya escribimos un
artículo que explicaba la regla de los tercios con
más detalle. Si nos fijamos en obras de arte en cualquier museo, podremos
comprobar que si dividimos un cuadro en cuadrículas de igual tamaño de 3×3, las
cuatro intersecciones de las cuadrículas dentro del cuadro marcan los puntos de
interés.
Trazando esta
cuadrícula imaginaria sobre la mayoría de las obras nos daremos cuenta de que
elementos fundamentales del cuadro recaen sobre esas intersecciones: ventanas y
puertas, ojos, líneas de horizonte, picos de montañas, … Está comprobado que
llevando nuestro punto de interés a uno de esos cuatro puntos conseguimos una
imagen mucho más interesante.
En este sentido,
reseñar que existen cámaras que permiten visualizar en su LCD una rejilla (grid en
inglés) para trabajar con los tercios, por lo que os animo a que reviseis el
manual de vuestra cámara si considerais que os puede ayudar a la hora de
mejorar la composición.
10. El espacio
negativo
Se considera espacio negativo losgrandes
espacios vacíos, normalmente en blanco o negro, dentro de una fotografía,
normalmente a un lado.
El alejamiento del
elemento central de la imagen, rellenando el resto de la foto de un espacio
vacío nos permite transmitir una información adicional de soledad,
aislamiento o calma a la imagen.
Aunque no es un
recurso que vayamos a utilizar habitualmente, no está de más conocerlo. Está
enfrentada a la regla de composición consistente en rellenar el encuadre
comentada más arriba en este mismo artículo.
11. Trabajando las
tres dimensiones: frente y fondo
El contenido del
frente y del fondo de una foto es importante. Tanto en el fondo como en el
frente tienen aplicación otros elementos compositivos como los colores o las
líneas.
Lo importante en el
frente y en el fondo es que no haya demasiados detalles que puedan distraer la
vista del espectador del centro de interés.
La mejor herramienta
con la que contamos para marcar la diferencia entre el frente y el fondo de
nuestras fotos es la profundidad de
campo. Gracias a la apertura del diafragma que utilicemos a la hora
de hacer fotografías, conseguiremos mayor o menor nitidez en el fondo.
12. El enmarcado
natural
Existen elementos que
pueden ayudar a poner un marco al centro de interés de la foto.
Algunos de estos
elementos son muy claros, tapando completamente parte de la foto, como puertas,
ventanas o puentes.
Otros actúan de una
forma menos clara, simplemente orientando nuestra vista. Es el caso de las
señales de tráfico o las ramas de los árboles, …
Cualquier elemento que
“encierre” el centro de interés nos permitirá enmarcar la foto, dirigiendo la
atención hacia el elemento deseado.
13. Las curvas en S
Las curvas en “S” son un elemento muy
recurrente en fotografía. Está relacionado con la sensualidad. También
transmiten moviento y ayudan a conducir la mirada.
En la vida cotidiana
encontramos muchos recursos que nos permiten aplicar curvas en “S” en nuestras
fotografías. Una carretera, un camino, el curso de un río, … Son elementos
visuales muy potentes que dan interés a la fotografía.
Resumen
En este artículo hemos
querido mencionar algunos de los elementos compositivos fundamentales de la
fotografía. Algunos son relativamente fáciles de aplicar, mientras que para
otros dependemos de ciertas condiciones del entorno. Lo importante es conocerlos
y recordarlos a la hora de hacer fotos, porque con su observación y su recuerdo
empezaremos a encontrarlos cada vez con más facilidad en nuestras prácticas de
fotografía.
1. Identifica el centro de interés
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